En esta ocasión voy a tratar otro tema medieval relacionado con España, un tema que yo por pertenecer a territorios que habían correspondido a la Corona de Castilla, nunca me explicaron en mis clase de historia escolar, ni en épocas posteriores, conocimiento que adquirir debido a mi afición a la historia y por medios propios. Voy a tratar el tema de los Condados Catalanes y su evolución hasta su unión con el reino de Aragón formando entre ambos la conocida como Corona de Aragón.
Empezaré mencionando una leyenda, la de Otger Cataló y los Nueve Barones de la Fama, que sería el primer intento de reconquista de los territorios invadidos por los musulmanes por parte de los Francos y que es una de las muchas teorías del origen del nombre de Cataluña. Otras teorías sobre el tema, lo hacen derivar de la evolución de la palabra castellá, castallá, a catelá, catalá y que hace referencia castillo y sus señores, a lo que se le uniría el morfema –onia, usado frecuentemente en la formación de nombre de países. Pero esto son solo dos teoría entre muchas.
Leyendas a parte fue en el año 778 cuando Carlomagno se decide finalmente, a cruzar los Pirineos a la conquista de terrenos que creasen una zona que le valiese para aislarse de los ataques musulmanes, la que se conocería como la Marca Hispánica. Si bien su primer intento fue fallido en Zaragoza a cuyo regreso saqueo Pamplona, que acabaría con el pasaje de la derrota en Roncesvalles, continuó con sus incursiones, con más fortuna. Así, por ejemplo, Girona se entrego voluntariamente continuando este, ocupando ciudades de los alrededores, hasta que en 801 conquista Barcelona. Pero aún continuó con nuevos intentos, algunos fallidos como en Tortosa y Lleida, hasta que finalmente configura unos terrenos delimitados por los ríos Llobregat, Cardenes y el curso medio del Segre. Estos quedarían organizado en condados, siendo los de Barcelona, Girona, Osona, Empuries, Besalú, Roselló, Conflent, Urgell, Cerdenya, Pallars y Ribagorza.
Si bien en un principio intentó entregar el poder a nobles locales, como en Barcelona a Berá (801-820), finalmente tuvo que destituirlo por las reivindicaciones de esto, sustituyéndolo por otros de origen franco, pero sin conseguir acabar con estos problemas, ya que estos se preocupaban mas de los problemas del otro lado de los Pirineos que de los condados, como paso con Rampó (820-825), Bernat de Septimania (826-832), Berenguer de Tolosa (832-835) etc.
Hasta que en 870 Guifré I el Pelos (Wifredo el Belloso) es nombrado conde de Cerdanya y Urgell en la asamblea de Attigny y en 878 de Barcelona y Girona en la de Troyes, acumulando bajo su poder bastantes de los territorios de lo que ahora en Cataluña. Pero no solo esto hizo Guifré I, ya que comenzó a repoblar los territorios deshabitados con campesinos del Pirineo, que estaban acuciados por el hambre y aprovechando el inicio del declive del imperio Carolingio, iniciado en 888 con la muerte del Carlos el Gordo, el de Conde de Barcelona comenzó a convertirse en cargo hereditario en vez de ser designado por el rey como hasta ahora, ya que, inmersos en el proceso feudal, estos territorios comenzaron a considerarse patrimonio familiar, si bien siempre fue un fiel funcionario del rey. Este conde protagonizará la leyenda de la creación de la bandera de las cuatro franjas rojas sobre fondo amarillo, tras humedecer el rey francés cuatro dedos de una mano en la sangre de una herida mortal de Guifré y dibujarlas en el pendón, pero carente de fundamento histórico y de aparición siglos después de la época de este conde.
Después de él y aprovechando la debilidad de los reyes francos, estos condes cada vez actuaban de forma mas independiente, si bien seguían rindiéndoles vasallaje, siendo el último conde que lo juró Guifre II Borrell (878-911) a Carlos el Simple en 899. Hasta la llegada de Borrell II (947-992) con el que se dieron dos circunstancias fundamentales, primero el avance imparable de Almanzor y segundo un cambio de dinastía entre los francos. Así en 985, el general musulmán, conocedor que los catalanes no recibiría ayuda franca por sus problemas, entró devastándolo todo, hasta Barcelona. Efectivamente Borrell II pidió ayuda y efectivamente no la recibió ya que no podían. Esto provocó que en 988 con la entrada de la dinastía de los Capetos, el rey Hugo pidiera la renovación del juramento de fidelidad, pero Borrell II no lo hizo. Con esto se inicia un nuevo periodo en los condados catalanes, actuando con una independencia de hecho y sin rendir cuenta a ningún rey, si bien acercándose más al papa, que le valiese de apoyo contra los francos que pudieran revindicar sus “derechos”.
Pese a esto, los condados catalanes no actuaron gran parte del tiempo bajo el gobierno de un único conde, si no que se encontraban inmerso en las formas feudales donde distintos nobles pleiteaban por hacerse con el mayor poder territorial posible. Además estas forma de actuar provocó el levantamiento de los campesinos por los abusos de estos nobles, provocando guerras durante muchos años del s XI.
No obstante, tras muchas separaciones y uniones territoriales, el Conde de Barcelona acabaría imponiendo su superioridad. Para ello tuvieron que suceder innumerables situaciones como particiones territoriales por herencias, de nuevo unirse tras la muerte de alguno de los hermanos, el caso mas conocido el de los hermanos Berenguer Ramon II Cap d’Estopes (1076-1082) y Ramón Berenguer II el Fraticida (1076-1097) en 1082, juramentos de fidelidad de unos condes a otros como por ejemplo los de Guifre de Cerdanya y Ermengoll III de Urgell a Ramón Berenguer I el Viejo (1035-1076) en los años 1058 y 1063, compra de condados como los de Rasés y Carcasona por parte del mismo en 1068, o la cesión de sus territorios por parte de sus hermanos igualmente a Ramón Berenguer I, como en 1049 su hermano Sanç que le cedió la Marca del Penedés y en 1054 su hermano Guillen que renunció a Osona. Así mismo, tal y como pasaba en el resto territorios peninsulares, a través de bodas como la de Ramón Berenguer III (1097-1131) que a los 27 años se casó con Ximena hija de Bernat III de Besalú que tenía 6 o 7 años.
Esta consolidación del Conde de Barcelona como hegemónico sobre el resto, se vió ayudada por el hecho de que esté mantuvo la mayor parte del tiempo un núcleo estable, formado por los condados de Barcelona, Girona y Osona lo que les facilitó realizar incursiones en territorios musulmanes como los de Lleida y Tortosa (aún musulmanas) llegando hasta Valencia e incluso Murcia, lo que le permitió recibir tributos de estos para evitar la perdida de territorios, lo que justificaría la falta de anexiones nuevas producto de la reconquista.
En el transcurso de este tiempo también hubo tiempo para legislar como la promulgación de los “Usatges” por parte de Ramón Berenguer I, un ordenación jurídica a base de recopilar leyes anteriores, visigodas, romanas, etc, y que en algunos lugares fue impuesta provocando reacciones adversas ya que preferían tomar partido por la leyes visigodas.
Y así llegamos al año 1134, en el que muere el rey de Aragón Alfonso I el Batallador, sin descendencia, lo cual provoca que las cortes aragonesas llamen a sucederle a su hermano Ramiro II el Monje, el cual vivía dedicado a la vida religiosa enclaustrado. Esto provoca unos años de debilidad aragonesa y perdida de territorios, debido al poco espíritu gobernante de este rey. Para evitar estas circunstancias, se decide buscar un marido a la hija su hija, Petronila, que contaba con un año de edad y así entregar el gobierno del reino a su marido.
Y dos fueron los pretendientes, de la parte del Reino de Castilla Alfonso VII propuso a su hijo Sancho y por parte catalana, el Conde Barcelona Ramón Berenguer IV el Santo (1131-1162). Posiblemente el temor a la hegemonía de Castilla y el hecho de que el catalán apoyase a Ramiro II en algunas batallas, hicieron que se decantase por el segundo. De esta manera se nombró al Conde de Barcelona “Príncipe dominador de Aragón”, reservándose el titulo de rey Ramiro II, que lo conservó hasta su muerte, pasando este a su hija Petronila, con la que contrajo matrimonio cuando esta tenía unos 14 años y él cerca de los 40. No obstante el gobierno de estos territorios recayó en Ramón Berenguer IV, siendo el hijo de ambos el primer rey de la que se acabó llamando Corona de Aragón, iniciándose con la dinastía de la Casa de Barcelona.
Con esta unión se amplían los territorios con las conquistas de Tortosa, Fraga y Lleida.
A la muerte de Ramón Berenguer IV le sucedió su hijo, con él nombre de Ramón Berenguer V, ya que en principio heredó sólo el titulo de Conde de Barcelona y un par de años más tarde su madre, Petronila, le cedió el titulo de Rey de Aragón, con lo que unificó bajo su mando los dos territorios, adoptando el nombre el Alfonso, pasando a la historia como Alfonso I de Cataluña y II de Aragón el Casto (1162-1196). Este rey es el primero que con el que se puede demostrar a ciencia cierta, que usó por primera vez la enseña de las cuatro barras rojas sobre el fondo amarillo con los que identificaba los territorios bajo su poder, véase Aragón y Cataluña. El uso anterior, si existió, solo dispone de teorías e hipótesis usando cada uno la que más le interese, en lo que no entraré.
Pero aún quedaban asuntos pendientes en el lado catalán, ya que si bien Borrell II dejo de prestar servidumbre unilateralmente a los francos, de derecho, seguían disponiendo de autoridad sobre los condados, si bien no se llevaba a la práctica. Y no fue hasta 1258 cuando el Rey Jaime I el Conquistador firmó el tratado de Corbeil con el rey francés Luis IX, por el cual este cedía definitivamente los territorios catalanes a la Corona de Aragón a cambio de recuperar algunas posesiones transpirenaicas. He aquí la transcripción de un parrafo:
«Ludovicus, Dei gratia Francorum Rex…» «Jacobum eadem gratia illustrem Regem Aragone…» «…quod nos dicebamus comitatum Barchinone, Urgelli, Bisuldune, Rosilione, Empurdano, Ceritanie et Confluentis, Gironde et Eusone cum eorum pertinenciis de regno Francie et de feudis nostris esse» «Et idem Rex Aragone ex adverso dicebat se jus habere in Carcassona et Carcasses, in Rede et Redensi…» «pro ipso Rege Aragone et nomine et vice ipsius deffinimus, quittamus, cedimus et omnino remmittimus quicquid juris et possesionis vel quasi habebamus siquid habebamus vel habere poteramus… in predictis comitatibus Barchinone et Urgelli Bisuldune, Rossillone, Empurdane, Ceritanie, Confluente, Gerundense et Ausone….» «…in Carcasona, …in Rede, …in Laurago, …in Termense, …in Menerba, …in Fonolleto, …in Petra pertusa, …in comitatu Amilliavi et Guialdane, et in Naumaso …et in comitau Tholose»
Si bien los dos territorios quedaron unidos bajo el mandato de un mismo rey, no lo fue así administrativamente ya que cada uno conservaría sus cortes y leyes, y sería así hasta que, muchos años después, con la llegada del primer Borbón, Felipe V, se eliminasen con los Decreto de Nueva Planta, que centralizarían todo el poden en Madrid, en 1714. De hecho hubo momentos de inestabilidad que pudieron acabar separando nuevamente los territorios, como a la muerte del último rey de la Casa de Barcelona Martín el Humano (1396-1410), que había incorporado nuevos condados a la Corona como Empúries, sin descendencia, por la muerte de su hijo Martín el Joven en el año 1409, pesé a sus intentos de solucionarlo antes de morir, en la que nuevamente aparecieron hasta cuatro pretendientes, Federico de Luna, Luis III de Anjou, el Trastamara, Fernando el de Antequera y el Jaume II d’Urgell, siendo los dos últimos los más trascendentes, cada uno con sus razones para pedir el cargo, solucionándose, a petición papal, con el llamado Compromiso de Caspe, donde tras múltiples “divagaciones” acabó entronizándose a Fernando I el de Antequera (1412-1416).
Otro momento medieval de conflicto resultó durante el reinado de Juan II (1458-1479), que reinó tras el fallecimiento, nuevamente sin descendencia, de su hermano Alfonso V el Magnánimo (1416-1458). Juan II llegó a tener prohibida la entrada en Cataluña durante muchos años, en los que se llegó a nombrar rey de los catalanes, primero al condestable-rey Pedro de Portugal en 1463 y a su muerte y pese al sentimiento antifrancés que aún existía en Cataluña, a Renato de Anjou en 1466, lo que volvía a otorgar los territorios catalanes a un rey francés, hasta que finalmente Juan II consolidó su posición, firmándose la Paz de Pedralbes, por las que respetaría las instituciones y privilegios catalanes, volviéndose a la situación anterior a la Concordia de Vilafranca firmada en 1461. Si bien su hijo Fernando II el Católico (1479-1516), mucho más político, no lo tuvo tan difícil.
Hasta aquí una breve historia de la Cataluña medieval, donde e intentado reseñar los hechos de su proceso de formación, sin interpretaciones, solo reseña de datos.
Neoptolemo.-
Sensacional. Gracias, amigo.
Gràcies i felicitats Gerión pel teu article. Si em permets, m’agradaria fer-hi algun comentari:
Els primers catalans (juntament amb Occitània) que s’alliberen del domini de Còrdova són els del comtat del Rosselló, actualment en territori francès, el 759, després del setge i la caiguda de Narbona. És molt important un factor: no és un territori dominat pels francs, sinó per hispanogots exiliats de la conquesta musulmana. Això es clau per entendre un cert “nacionalisme” propi que els diferenciarà tant dels cordovesos com dels francs i s’entèn la rendició voluntària de Girona el 785; igualment, és clau la tendència a no obeïr ordres de Còrdova i anar a la seva dels valís musulmans de la frontera, molts pertanyents a clans de gots convertits. Tot plegat configura un ambient pro-franc molt actiu en tota la zona.
Si mirem el conjunt de nominacions de comtes per a la marca hispànica, veiem que es donen tant a nobles locals (gots) com a nobles francs, al 50-50, la nominació depenia més de les relacions que el noble establia a la Cort d’Aquisgrà o d’Aquitània. Berà, que començà governant els comtats de Rasès i Conflent (i que ho tornaria a ser ja com a comte de Barcelona), com a fill de Guillem de Tolosa participà en la conquesta de Barcelona i tingué els suficients “mèrits familiars” per fer-se amb el càrrec a Barcelona.
La teva expressió “ya que estos se preocupaban mas de los problemas del otro lado de los Pirineos que de los condados” pot portar a equívocs; llavors els Pirineus no eren frontera: els comtats d’Empúries, Rosselló, Cerdanya i Pallars tenien territoris a banda i banda i la mateixa marca hispànica, amb comtats a banda i banda, era gestionada des d’Aquisgrà i Tolosa des d’un punt de vista global, fins que se’ls hi va escapar de les mans.
Berà es convertí en el líder d’un partit que defensava les relacions pacífiques amb l’al-Andalus, i en això es convertí en oposició de la política oficial de l’imperi. Després de la seva estada a la cort, aconseguí el nomenament de Girona i Besalú, convertint-se en el gran líder hispanogot de l’època, que aconseguia victòries militars contra els musulmans i negociava treves. L’experiència de viure la independència dels comtats navarresos, accentuà el seu “nacionalisme” got contra la uniformització que imposava l’imperi carolingi. Això provoca l’enemistat dels comtes d’Empúries-Rosselló i del seu germà Bernat de Septimània, que aviat es convertiren en oposició política, l’acusaren de traïció a l’assemblea d’Aquisgrà del 820, i l’emperador, que no el considerava traïdor, però per resoldre un problema polític, decidí desterrar-lo a Rouen.
Uf! M’he allargat molt i només he comentat el principi! Plego, que no tinc més temps. Només comentar-te que potser en el teu article hi falta un aspecte fonamental: el tema legal: les assemblees de pau i treva, com es converteixen en corts, els actes de sobirania, el naixement de les corts, les jurisdiccions, i la convivència entre poder privat-feudal i poder públic-estat. És a dir, com, més enllà del sobirà, un territori s’unifica i s’auto-reconeix independent dels altres. I per últim, el paper clau de l’Església, amb les consagracions d’esglésies i les cartes de poblament aparellades a elles, en la construcció demogràfica i jurídica de la Catalunya Vella.
Gracias, Daniel. Con el artículo principalmente pretendía dar a conocer la historia, mayormente para personas desconocedoras de la mayor parte o toda esta historia, mediante la compilación de datos e intentando ser lo más aseptico posible, por eso e intentado no entrar en apreciaciones personales ni opiniones. Pese a ello, en algunos momentos, en un intento de contextualizar minimamente los hechos, he tenido que usar expresiones que quizás podrian llevar a ellas, como las que has citado, pero para ello las he usado basadas en las fuentes utilizadas , procurando que estas fuesen los mas imparciales posible, para evitar caer en dar interpretaciones personales, que como ya sabeis los que me conoceis, sobre la historia, procuro no contaminarla.
Igualmente he procurado aportar la mayor cantidad de datos destinados a dar a conocer los distintos procesos formativos de los territorios sin entrar en la formación de nacionalidad. Sin duda faltarán datos pero corría el riesgo de extenderme en demasia y hacerlo demasiado tedioso. Todo ello con la intención de que cada uno se haga su propia opinión o continue indagando por otros medios para hacercela.
Para ello, comentarios como el tuyo, amplian y mejoran la entrada y pueden ayudar a los profanos a entender mejor la situación, llegando a puntos a los que yo no me consideraba con la suficiente preparacion como para abordarlos (recuerda que lo estudio desde fuera de cataluña y quizas me falta perspectiva, de un lado y de otro). Muchas veces este tipo de comentarios son tan utiles como la misma entrada, lo mismo que si alguien hiciese alguno con otra orientación para poder debatirlo. Por ello nuevamente gracias.
Me ha encantado leer tu artículo. ¿Podría preguntarte tu opinión al respecto de algunos comentarios que niegan la independencia o autonomía de Cataluña históricamente? Y acerca de las afirmaciones de algunos que dicen que Cataluña forma parte de España desde hace 3000 años? Gracias!
Cristina me alegra que te haya gustado. Al respecto de tu pregunta sobre mi opinión, decirte que como aficionado a la historia intento tanto estudiarla, como escribir sobre ella intentando que estas no afecten al contenido, llegando a obsesionarme con la objetividad, aunque a veces sea dificil, además mi opinión al respecto de lo que preguntas no suele contentar a ni a un lado ni al otro.
Puedo decirte que ha sido un error y es un error negar el autogobierno que los terriorios catalanes han tenido a lo largo de la historia, tanto en el periodo medieval antes de su unión con el Reino de Aragón, como después e igualmente despues de la unión con la Corona de Castolla, ya que aunque tenían un mismo rey, cada territorio tenía sus administraciones y leyes. Y así fue hasta Felipe V.
Pero igualmente digo que considero un error interpretar hechos y formas de gobierno de hace siglos con ojos y mentalidad del siglo XXI, sobre todo para justificar ideas de un lado o del contrario.
Bones Gerión, felicidades por este articulo me ha gustado muchísimo i felicitats també per les teves aportacions Daniel.
Muy bien, muy objetivo y concuerda con mis conocimientos del tema. A quienes nos gusta la historia, nos duele que algunos la manipulen por razones políticas o de sentimiento. La historia es así, tiene un método histórico para conocerla con el mayor rigor posible y luego poderla someter a la prueba de falsación.
Falta el intentar profundizar sobre la etimología del corónimo de Cataluña (Catalunia<Catalonia<Catalaunia<Gäthalaunia< Gäth-lania< Gäth-landia)=Tierra de Godos, de Gothia, la primera Marca Pirenaica, contra los Sarracenos, en la Occitania occidental. Y los gentilicios "catalauni" y "catalaunici" , ambos plurales latinos y el segundo adjetivo; que nada tienen que ver con los belgas catavelauni de la Campania gala, en cuya zona tuvo lugar la batalla de los "Campi Catalaunici", donde la participación visigoda fue decisiva para la victoria. "Campi" significa campos de batalla y "agri" campos agricolas. Antes de la batalla de Vouillé, en esos "Campi" los visigodos hacían sus razzias sobre los francos (ver el Larrousse).
Esos gentilicios tienen un carácter obscuro, y Otger de Cathalon, podria haber sido el Eneas de Ctaluña. ¿Por qué se le dió al idioma catalán el nombre de "llemusí?" ¿Por tener sus mejores trovadores, junto a Poitiers y Poitu?. Son sólo unas reflexiones.
Estoy de acuerdo en que los Pirineos no fueron frontera, incluso estando España y Francia en guerra
El trabajo realizado es bastante completo, como resumen muy bueno, preciso y conciso, aunque efectivamente la organización del estado feudal, las treguas de guerra etc., son muy importantes-
El siguiente párrafo no lo veo claro: " lo que le permitió recibir tributos de estos para evitar la perdida de territorios, lo que justificaría la falta de anexiones nuevas producto de la reconquista."
Barcelona 9 / 1 / 2013
CAMPI CATALAUNICI
SOBRE TEMAS TAN INTERESANTES HAY QUE SEGUIR ACLARANDO Y MATIZANDO LA HISTORIA
Correcciones a Campi Catalaunici:
1º Me refiero a Occitania oriental, en lugar de Occitania occidental,esta última sería la Guyena.
2º llemosí, no llemusí , en relación a Limoges
3º Aclaración; Después del esplendoroso surgimiento del catalán valenciano y mallorqui., el catalán tuvo carácterísticas propias que le distinguieron del grupo de lenguas occitanas, aun conservando el parentesco lingüístico .No cambiaron oportunamente el nombre de la lengua. Luedo entro en decadencia
CAMPI CATALAUNICI
Como ya habéis dicho e igualmente señale yo en la presentación del blog, aqui procuro tratar solo de historias, de hechos ocurridos sin entrar en opiniones.
El tema de los Condados Catalanes me pareció interesante desde un principio por tratarse de algo que fuera de Cataluña apenas se conoce. Además de conocerlo por mi afición a la historia tengo muchas relaciones con la zona.
Pretendí hacer un resumen procurando no dejarme hechos relevantes, y que fuera fácilmente entendible para un neofito en el tema, `por creo que pretender analizar demasiado punto por punto suele llevar a entrar en opiniones que para mi gusto desvirtuan la historia.
Gracias por leer el artículo y por vuestros comentarios
No obstante si alguno de vosotros se lanza quiere escribir una entrada mas especifica sobre algún tema solo tiene que decírmelo y estaré encantado de publicarlo