Medea es uno de esos personajes controvertidos de la mitología griega, de los que su análisis, depende en gran medida del color del cristal con que se mire. Como dice el titulo de la entrada, los hay quienes la consideran una persona terrible, capaz de realizar cualquier acción, por cruel que sea, para conseguir su objetivo o venganza. Pero también los hay que la consideran un ejemplo de lucha feminista, guardando las distancias claro, ya que decide actuar directamente sin necesitar un hombre que lo haga por ella, si bien hay que tener en cuenta, que sus historias están muy influenciada por el mundo griego que comenzó a contarlas, y por tanto no están exentas de cierta misoginia. Por ello, como ya dije en otras entradas, lo mejor es contar su historia y que cada uno saque su opinión sobre este personaje, que ha dado nombre a un síndrome psicológico, uno de los más horribles.
Nuestro personaje era hija de Eetes, rey de Ea, en la Cólquide, y la oceánide Idía, por lo que, si examinamos su genealogía, comprobamos que es nieta del dios del portador del sol Helio. Pero además resulta ser sobrina de Pasifae, la esposa de Minos el rey de Creta y de Circe, ambas hermanas de su padre y que junto a Medea son las tres mayores hechiceras de la mitología griega.
Pero la entrada en acción de Medea comienza con la llegada de Jasón, otro singular héroe, a la Cólquida, junto con los argonautas. Éste apareció en ese país en busca del vellocino de oro, que era propiedad del rey de los colcos, al que se lo había entregado Frixo en agradecimiento por acogerlo. Lo buscaba ya que era la prueba impuesta por su tío, Pelías, para devolverle el reino de Yolcos, que éste último había arrebatado al padre del héroe, Esón.